El Big Data y la inteligencia artificial son temas que hoy en día no dejan de sorprendernos por su impacto en nuestra vida cotidiana; de hecho, todo lo que nos rodea está expuesto a la investigación en estos campos.
La educación desempeña un papel clave en este proceso digital, no sólo porque proporciona a los estudiantes las habilidades que necesitan para prosperar en esta sociedad tecnológica y basada en el conocimiento, sino también porque proporciona a las instituciones de educación superior las herramientas que necesitan para mejorar la sociedad en su conjunto.
La tecnología se integra en los procesos, desde la planificación y la evaluación del proceso de aprendizaje hasta el seguimiento de los alumnos, y aporta una serie de ventajas que contribuyen a mejorar la eficacia y la productividad. Entre ellas se encuentran.
Beneficios del uso de la tecnología en la educación:
Colaboración:
Las nuevas plataformas tecnológicas para la enseñanza superior implican a todas las partes interesadas en la mejora de la calidad de la educación. Los administradores pueden comprobar que se han cumplido los objetivos del curso y los estudiantes pueden compartir comentarios y hacer un seguimiento de sus calificaciones.
Optimización del tiempo:
Estructurar la planificación de la enseñanza con un software permite asignar mejor la infraestructura disponible (teniendo en cuenta el tiempo de desplazamiento de los alumnos y los profesores), asignar a los profesores en función del tiempo disponible y reducir el tiempo de planificación.
Flexibilidad y mejora continua:
Ya existen plataformas que ayudan a las instituciones a gestionar la información sobre los perfiles de los titulados, las estructuras curriculares, los programas y los planes de estudio, facilitando así la gestión de los procesos de acreditación y garantizando el cumplimiento de los objetivos fijados en el perfil de los titulados.
Mejorar la comunicación y la gestión del profesorado:
La implantación del programa informático incluye no sólo el seguimiento de la actividad docente de los profesores, sino también otros aspectos como la investigación, la gestión universitaria y la autosuperación. De este modo, las universidades pueden controlar sus actividades y alinearlas con los planes estratégicos.
Reducción de costes:
El uso de las nuevas tecnologías en la enseñanza reduce los costes. No se necesitan ayudas visuales; todo se puede hacer con un programa.
Datos enriquecidos:
Antes de la transformación digital de la enseñanza superior, las facultades tomaban decisiones en función de su experiencia; ahora el público es heterogéneo y esto se convierte en una ventaja para el éxito de los estudiantes. Un software que utiliza el aprendizaje automático puede identificar el riesgo de abandono y ayudar a los estudiantes a alcanzar sus objetivos.
Según un informe de la Universidad de Huddersfield, que ya ha implantado un sistema de análisis de la lectura, los datos facilitan la labor de las escuelas: "Han podido mejorar los índices de retención al ofrecer un servicio personalizado, con una tasa de abandono inferior al 10%".
En un futuro próximo, con la introducción de un servicio de datos de lectura, será posible ofrecer un servicio y un apoyo totalmente personalizados en función de las necesidades de cada miembro de la comunidad.